En los últimos años, el mercado de las apuestas deportivas ha venido presentando un crecimiento exponencial. En el continente americano vemos como este incipiente mercado ha tomado gran fuerza en Estados Unidos, al igual que en Latinoamérica. Como parte de este fenómeno, la mayoría de los países han decido empezar a regular la industria del juego para tener una mayor seguridad en las transacciones.
Chile, país donde están presente un gran número de estos jugadores, tiene una situación legal con respecto al juego algo particular. Y es que en el año 2005, entró en vigencia una ley que regula los casinos, pero todavía no existe una que se encargue de regular las apuestas deportivas online. Aunque los chilenos pueden hacer apuestas deportivas por medio de sportbooks internacionales.
Entonces, ¿es legal o no?
Sí y no. Es decir, aunque no hay una ley que regule las apuestas deportivas en el país, es posible acceder a este tipo de juegos a través de portales en línea que no estén ubicados dentro del país. Aunque pueda parecer ilegal, no lo es del todo, es más, es una práctica conocida por la Superintendencia de Casinos de Juego de Chile que asegura se puede acceder a aproximadamente 900 sitios de apuestas online desde territorio chileno.
Para afrontar este problema, el Ministerio de Hacienda de Chile entregó un nuevo proyecto de Ley de Apuestas Deportivas y Juego Online con el fin de regular las apuestas deportivas en el territorio nacional.
De esta manera, se estaría asegurando el uso de un marco regulatorio que ofrezca más seguridad a los usuarios, avale el control del origen de los fondos del sitio, evite el acceso a los sectores de riesgo, además de, permitir un aumento en la recaudación fiscal por de medio de los pertinentes impuestos al juego.
El proyecto ya fue ingresado a la Gaceta Oficial (No. 14838-03) el 7 de marzo de 2022, y se encuentra a la espera de ser promulgada. De ser así, el organismo regulador pasaría a llamarse Superintendencia de Casinos, Apuestas y Juego con una recaudación de impuestos estimada en 50 millones de dólares anuales.
De aprobarse la nueva ley, las empresas podrán obtener una licencia general de 5 años, que puede ser renovable, o una licencia temporal con una duración de 6 meses, no renovable, para poder operar con cualquier objeto de juego de azar o apuesta, a excepción de las loterías o juegos con gráficos que fomenten el desorden público, seguridad nacional, la honra de las personas o estén dirigidos hacia menores de edad.
Las empresas de juego que quieran optar por una licencia deberán estar constituidas en Chile, entregar con detalles su lista de accionistas y beneficiarios anuales, informar sobre cualquier posible actividad con respecto al blanqueo de capital, además de informar del origen de los fondos para su funcionamiento.
Los operadores también deberán pagar un impuesto del 20% de sus ingresos brutos junto a un derecho de licencia de 1.000 UTM anuales licencias generales y de 100 UTM para licencias temporales. De igual manera, deberán entregar el 2% de sus ingresos brutos anuales a la Federación Nacional del deporte y otro 1% para ser usado en actividades que fomenten el juego responsable.
Asimismo, los usuarios deberán hacer el pago de un impuesto del 15% de los ingresos que han sido ganados por medio de las apuestas que se hará efectivo al momento de retirar los fondos de su cuenta.
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